lunes, 2 de febrero de 2015

El túnel


2 comentarios:

  1. Uaooo!!! esta si queme gusta mucho, muy buena. Tiene algo entre vegetal y futurista, parecen naves espaciales acoplándose. Agujeros de gusano entre galaxias. No, en serio, estéticamente es muy agradable, de nuevo los colores, verdes, amarillos y azules son incréible, en esta me atraen especialmente los azules, y en este caso, el enfoque muy concreto en un punto muy pequeño (es esta caso si que veo un punto de enfoque situado justo donde debe de estar, en uno de los tres topos marrones centrales, de la espiral principal), no es un problema, al contrario, es lo que hace que la foto funciones, porque da una sensación de relieve absoluto en la espiral principal.

    Publicar las fotos en caliente tiene ventajas, muchas, pero hay fotógrafos, muchos diría yo, entre ellos yo, que prefieren hacerlo pasado un tiempo. En mi caso es un tema práctico, pero para algo si que me sirve. Las fotos después de verlas durante diferentes meses en el Ligthroom o donde las tengas, ganan fuerza o se desinflan. La opinión que se tiene de una foto el día de hacerla no tiene nada que ver con lo que opinamos de ella al cabo de unos meses. O eso creo yo. Esto es como las parejas, y hablo teóricamente porque yo solo he tenido una. A una persona la conoces y el primer día te puede encandilar, pero al cabo de un año de convivir con ella te puede parecer una persona sin interés alguno. Y lo mismo puede pasar al contrario, una persona te puede parecer incluso desagradable en una primera impresión, y con el tiempo se puede ver belleza donde no la había. Por supuesto, se pierde la frescura y el calentón del directo, pero se gana en serenidad en la elección.

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    1. He descubierto una mina fotográfica por la que he ido ya un par de días y espero volver algunos otros más. Es un pasillo de unos ochenta metros de un metro de anchura entre las barreras formadas por huertecillos no oficiales junto a las vías del tren que viene de Hospitalet y bajo la Ronda de Dalt. Los huertos ofrecen ese aire desastrado de lo popular y están casi cerrados totalmente a la mirada de los intrusos por jergones herrumbrosos, plásticos, maderas viejas y podridas. Allí hay mil y un detalles sorprendentes como las fotos de estos días que seguirán. El miércoles volveré a intentar hacer una foto del mismo detalle de la de ayer procurando que el enfoque sea exacto y riguroso porque tienes razón. Le falta una micra para estar enfocada, es muy tenue pero es así. Hoy he recibido un par de anillos de extensión para mi cámara y espero poder trabajar con mayor estabilidad así. Sin duda, en este tipo de fotografía lo esencial es el enfoque. Voy aprendiendo poco a poco. Volveré y volveré para conseguir la foto que debía ser. Por cierto, el otro día Ramón me comentaba si era posible otro enfoque más original de los dos clavos oxidados que fotografié. Ayer los volví a ver y es difícil otra perspectiva. Son minúsculos. En la foto están ampliados más de veinte veces de tamaño. Aun así lo procuré e hice otra foto que algún día subiré.

      Soy de sangre caliente. Es cierto que hay fotos que a fuerza de verlas te terminan cansando. Me suele pasar con todas. Hay muy pocas fotos que resistan el visionado intensivo de varios meses. En esta serie he borrado dos que me resultaban embarazosas y si consigo hacer la foto perfectamente enfocada, sustituiré la que mostré ayer por la nueva.

      Me gustaría ser sereno en mi elección, pero no puedo. Me gusta sentir la sangre caliente aunque luego me tenga que arrepentir, lo que suele suceder.

      Hoy me han instalado fibra óptica en casa y la conexión va volando.

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