El todo (a la izquierda de la imagen) intentando invadir la nada (a la derecha de la imagen).
¡Qué capital importancia la de los determinantes y su función actualizadora! La expresión «Todo intentando invadir nada» resulta una anfibología que desarrolla un segundo significado de fracaso. Claro que, para sentidos peregrinos el de «Todo intentando invadir todo» (sic).
En fin, Joselu, no hagas caso de mi comentario. Tan solo existe para comprobar si eres capaz de besarme la cocorota. Ja, ja, ja, ja... (O, al modo de tus hijas, jajajaja...).
Pues un beso en la cocorota jajajaja. He salido con tu comentario de mi soledad orgullosa de aprendiz de macro en tarde ociosa de domingo. Mis paisajes interiores muestran esta propensión de que el todo intente invadir a la nada. Así es. Gracias y ahí va el beso. Mua.
Estos capilares que todo lo invaden me recuerda mis salidas espeleologicas (que no se si volveré nunca más a hacer) donde es muy habitual ver raíces de árboles o plantas incluso a muchísima profundidad donde parece mentira que puedan llegar. De nuevo la parte de tierra de donde salen las raíces son pringosas, estás en una etapa sucia, has dejado la belleza clásica de tus primeros macros por los mundos interiores.
Sí, creo que es así. Y la foto de esta noche lo confirma pues sigo con los mundos interiores. Me gustaría poder concentrarme y escribir sobre ello, pero el tiempo en estos días navideños se me escapa y no logro hacerlo productivo. Hoy he impreso una quincena de fotos macro que han quedado bien. Me gusta ver fotos de vez en cuando impresas, antes decíamos reveladas. No sé muy bien por dónde continuará esta exploración de los mundo interiores. Es como una cueva, tú has hecho espeleología, y en ella también puedes encontrar lagos y corrientes de agua. A mí las cuevas me fascinan. Alguna vez he entrado en ellas, poca cosa, pero suficiente para tener una ligera idea de lo que es. Hace años llevaba a mis alumnos a entrar en una cueva cerca de Ribes de Fresser por la noche, a las doce. Les hacía pasar por un túnel angosto para entrar en la cueva. Para ellos era una experiencia de Nacimiento, de parto. Era algo extraordinario. Ahora no se me ocurriría hacer nada parecido. Todo se ha convertido en oficial y burocrático. Yo viví tiempos mejores en la enseñanza en que era más joven y todo era mucho más libre.
Josep Fàbrega me ha propuesto ir a fotografiar juntos. Le he dicho que sí por supuesto. Alguna vez me gustaría poder compartir contigo alguna salida a uno de esos sitios que conoces.
Je, je, cuando tenga mejor el brazo, pueda conducir, y hacer fotos con mi cámara habitual, vamos a donde quieras, a ver en que etapa te pillo, je, je. No tengo problemas en ir a fotografiar con gente, no loe he hecho mucho, pero en tu caso será más fácil, ni yo te intentaré enseñar nada técnico ni tu lo mismo, aunque tampoco es algo que me molesto, pero si voy a una salida intentando aprender cosas acabo no haciendo fotos. Además si vamos a según que sitios disfrutaré enseñándote los paisajes entre los que me muevo.
El todo (a la izquierda de la imagen) intentando invadir la nada (a la derecha de la imagen).
ResponderEliminar¡Qué capital importancia la de los determinantes y su función actualizadora! La expresión «Todo intentando invadir nada» resulta una anfibología que desarrolla un segundo significado de fracaso. Claro que, para sentidos peregrinos el de «Todo intentando invadir todo» (sic).
En fin, Joselu, no hagas caso de mi comentario. Tan solo existe para comprobar si eres capaz de besarme la cocorota. Ja, ja, ja, ja... (O, al modo de tus hijas, jajajaja...).
Pues un beso en la cocorota jajajaja. He salido con tu comentario de mi soledad orgullosa de aprendiz de macro en tarde ociosa de domingo. Mis paisajes interiores muestran esta propensión de que el todo intente invadir a la nada. Así es. Gracias y ahí va el beso. Mua.
EliminarEstos capilares que todo lo invaden me recuerda mis salidas espeleologicas (que no se si volveré nunca más a hacer) donde es muy habitual ver raíces de árboles o plantas incluso a muchísima profundidad donde parece mentira que puedan llegar. De nuevo la parte de tierra de donde salen las raíces son pringosas, estás en una etapa sucia, has dejado la belleza clásica de tus primeros macros por los mundos interiores.
ResponderEliminarSí, creo que es así. Y la foto de esta noche lo confirma pues sigo con los mundos interiores. Me gustaría poder concentrarme y escribir sobre ello, pero el tiempo en estos días navideños se me escapa y no logro hacerlo productivo. Hoy he impreso una quincena de fotos macro que han quedado bien. Me gusta ver fotos de vez en cuando impresas, antes decíamos reveladas. No sé muy bien por dónde continuará esta exploración de los mundo interiores. Es como una cueva, tú has hecho espeleología, y en ella también puedes encontrar lagos y corrientes de agua. A mí las cuevas me fascinan. Alguna vez he entrado en ellas, poca cosa, pero suficiente para tener una ligera idea de lo que es. Hace años llevaba a mis alumnos a entrar en una cueva cerca de Ribes de Fresser por la noche, a las doce. Les hacía pasar por un túnel angosto para entrar en la cueva. Para ellos era una experiencia de Nacimiento, de parto. Era algo extraordinario. Ahora no se me ocurriría hacer nada parecido. Todo se ha convertido en oficial y burocrático. Yo viví tiempos mejores en la enseñanza en que era más joven y todo era mucho más libre.
EliminarJosep Fàbrega me ha propuesto ir a fotografiar juntos. Le he dicho que sí por supuesto. Alguna vez me gustaría poder compartir contigo alguna salida a uno de esos sitios que conoces.
Cuídate.
Je, je, cuando tenga mejor el brazo, pueda conducir, y hacer fotos con mi cámara habitual, vamos a donde quieras, a ver en que etapa te pillo, je, je. No tengo problemas en ir a fotografiar con gente, no loe he hecho mucho, pero en tu caso será más fácil, ni yo te intentaré enseñar nada técnico ni tu lo mismo, aunque tampoco es algo que me molesto, pero si voy a una salida intentando aprender cosas acabo no haciendo fotos. Además si vamos a según que sitios disfrutaré enseñándote los paisajes entre los que me muevo.
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