viernes, 2 de enero de 2015

Mugre lúgubre


6 comentarios:

  1. Hoy no me encuentro bien y apenas si he entrado en Internet, apenas para mandar el parte de baja al trabajo, he pillado un gripazo de los que te dejan tirados en la cama sin fuerzas. En ese sentido tu foto de hoy me produce desasosiego, escalofríos, no rechazo ni asco, me inquieta pensar que te debe de haber llevado a hacer y mostrarnos esta foto de la grasa negra que normalmente queremos borrar de nuestras vidas. He leido tu explicación y me gusta los derroteros por los que te esta llevando la fotografía, la belleza existe igual que la fealdad, está ahí para que la veamos y la valoremos en su justa medida. Te estás dejando guiar por tu corazón e intuición y sin duda eso te llevará a la verdad. No se si te hablado alguna vez de David Nebreda, creo que si, su fotografía es muyyy fuerte, pero su historia no tiene desperdicio, impactante. http://www.cadadiaunfotografo.com/2013/06/david-nebreda.html

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    1. He visto que esta foto apenas ha tenido visitas y en FB tampoco ha sido likeada ni ha suscitado comentarios. Es significativo. A mí, cuanto más la contemplo, más me gusta. Mi mujer dice que coincide con el gusto de los visitantes que la ignoran. Es fea y desagradable. Mi comentario en Facebook la historia, como has podido ver. Sin embargo, releo mi comentario allí y me doy cuenta de que lleva implícito algo de mi extraño y reprimido sentido del humor, un humor que casi nadie entiende pero, por contra, yo tampoco entiendo la mayoría de los humores, especialmente de los que cuentan chistes. No tengo ni idea de dónde me llevará la intuición, seguramente a hablar contigo y poco más, pero para mí es lo máximo que tengo en estos momentos y lo disfruto profundamente. Hoy el día no ha sido especialmente bueno y no por mi salud que de momento es buena, sino por una especie de vacío interior que me lleva a un hondo malestar. He estado leyendo a Chantal Maillard, una poeta que me gusta mucho. El libro que estoy leyendo se ambienta en su estancia en Benarés (India) en los años noventa. Uno de sus poemas -no de este libro que leo ahora- termina con los siguientes versos:

      escribir
      ¿y no hacer literatura?
      ¡y qué mas da!
      hay demasiado dolor
      en el pozo de este cuerpo
      para que me resulte importante
      una cuestión de este tipo.
      Escribo
      para que el agua envenenada
      pueda beberse.

      No es tranquilizador, pero detesto los mensaje tranquilizadores y las ideologías positivas. Sé que hay que vivir el aquí y el ahora, pero no montar una peli de Barbie para mostrarnos eso. Yo soy feliz a mi manera. Yo diría incluso que muy feliz (a momentos). Las fotografías son paisajes del alma: detesto la belleza embotellada, la perfección, las fotografías virtuosas pero vacías. Por eso me gusta tu fotografía sucia y me encanta Basile Pesso, un hombre extraño pero sugerente, algo que no puedo decir de mucha gente. Si estas fotografías son parte de un proceso, bienvenidas sean. Me atrae la fotografía más que conceptual, interior, la que fotografía el estado del alma. Me gusta la palabra alma.

      Voy a ver las fotografías de David Nebreda. Luego te comento.

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    2. Nebreda es muy duro, el, desde luego, si que fotografía su alma enferma.

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    3. Acabo de comprar por Amazon su libro Autorretratos. Una autenticidad como la suya merece mi interés. Hay fotografía abundante que retrata la belleza del mundo. A la gente le gusta ver belleza. A mí también me atrae el otro lado. Pero el otro día en el box pude ver también el otro lado y oí el llanto inconsolable de la muchacha que sangraba sin saber por qué. Veía su rostro y era joven y hermosa. Pero también olí cuando se llevaron sus deposiciones malolientes. Creo que fue una importante lección de filosofía. Luego está la vanidad, claro, de querer ser grandes e importantes, y jóvenes y hermosos, y listos y tal. Pero enfermamos, envejecemos y nos morimos. No soy en absoluto pesimista. Lo escribo sin un ápice de sentimiento oscuro. Pero es así. Eso no quiere decir que a mí no me guste disfrutar de la vida y no busco amargármela. Ni amargársela a nadie. Pero me atrae el otro lado, y un tipo que tenga el coraje con su enfermedad de crear algo universal, como ha hecho Nebreda, es digno de conocerse. Tal vez les haga un pase de sus fotos a mis alumnos. Bueno, eso es mi sentido del humor. Ya ves que no se entiende.

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  2. Hombre, lo de pasarle a tu alumnos las fotos de Nebreda yo creo no lo haría, a mi se me ocurrió comentar su historia con la gente que trabajo, informáticos adultos de más de 25 años todos y alguno aun no me ha perdonado que le enseñase sus fotografías, fotos de mutilaciones, de excrementos, yo creo que te podrías buscar problemas más que otra cosa.

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    1. Claro, ya te sugerí que era una suerte de sentido del humor raro. No se me ocurriría pasarles algo así. Aunque a veces he sugerido una semana cultural en que iríamos a tres salidas opcionales: al cementerio, a la morgue y a las alcantarillas de Barcelona y no veas el entusiasmo que ha generado la propuesta. Supongo que es una pose, porque lo que quiere la gente es ver imágenes bonitas, que reconstruyan el mundo, como esas frases que abundan en facebook que hablan dulzonamente de lo hermoso que es todo, a pesar de las dificultades en la vida. Ya sabes la canción de Julio Iglesias: La vida sigue igual. Diría que me irrita pero me da igual. Me estimula más que alguien como Nebreda hable del dolor lo que es una experiencia universal.

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